jueves, 6 de marzo de 2014 | Por: Pedro López Ávila

OCUPACIONES EN LA VEJEZ

Decía Sócrates que los jóvenes han de instruirse, los hombres ejercitarse en hacer el bien y los viejos retirarse de toda ocupación civil o militar, viviendo como les plazca sin atarse a ningún sitio.

¿Alguien puede creer que este pensamiento socrático tan lleno de sabiduría podría ser incluido en las condiciones ambientales del hombre en la actualidad?

Basta con echar una simple mirada al mundo que nos rodea para observar que en nuestros actos diarios el hombre cada vez depende menos de sí mismo.

Hoy los jóvenes, y menos jóvenes, dedican demasiado tiempo instruyéndose con insolente orgullo en whasappear, tuitear y en otras aplicaciones tecnológicas de manera impulsiva y catártica en la que parece que nunca llegan a saciar sus necesidades comunicativas.

Los hombres y las mujeres, que son a los que me parece a mí hacía referencia Sócrates, bastante tienen con soportar la carga familiar en sus maltrechas economías como para estar preocupados de ser virtuosos, buscando el bien de los demás. Por tanto, el hacer el bien en la edad productiva de la vida es tarea harto difícil, cuando la dificultades propias acucian.

Sin embargo, los padres que han vivido siempre para sus hijos, al llegar a la vejez, viven en la actualidad para los nietos en el retal de vida que les queda. Es un volver a empezar con otros nuevos problemas domésticos, sin encontrar la oportunidad hacia ellos mismos y hacia su bienestar. Se les añaden empresas nuevas que les ocupa su retiro y sus intenciones de desenredarse de otros cordeles que los atan a los demás.

Lo más grande que poseemos es saber pertenecernos, pero no, hay que seguir perteneciendo a los problemas de las siguientes generaciones hasta que no nos despidamos definitivamente de toda compañía.

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1 comentarios:

Anónimo dijo...

Ja, ja.
Se ve que el traslado te ha dado ganas de "salir a la fuga"
Qué buenas tus reflexiones, y como maestro mío que eres, creo que pronto voy a buscar escondite bien secreto de cargas familiares.