martes, 2 de julio de 2013 | Por: Pedro López Ávila

EL MINISTRO WERT Y LAS BECAS


Albert Sesma - www.galeriadeartelazubia.com

Me parce a mí que no está nada mal que en los gobiernos siempre haya un ministro que cuando abra la boca sea causa de reproches, de controversias y, a veces, hasta de hilaridad por parte de la ciudadanía, con objeto de preservar a otros en el desgaste que conllevan los cargos en el mandato. Así que es bueno disponer de personas dispuestas a poner el rostro para que les caiga una tunda de palos y, mientras esto ocurre, distraer la atención de otros asuntos que pudieran ser de mayor enjundia y preocupación.

En este caso y en este gobierno parece que el protagonista elegido es ni más ni menos que Ministro de Educación Cultura y Deporte, José Ignacio Wert, quien ahora, otra más de las suyas, se apeó con unas declaraciones en TVE, diciendo que un estudiante universitario que no sea capaz de alcanzar una nota media de un 6.5 para obtener una beca, esté bien encaminado y deba seguir sus estudios universitarios. No es que le paguemos los estudios, les pagamos por estudiar, continuó diciendo.

Dicho así, y tras otras declaraciones anteriores en las que decía que se debería inculcar a los alumnos universitarios a que no piensen en estudiar solo lo que les apetece o seguir tradiciones familiares a la hora de escoger itinerario académico, sino que piensen en términos de necesidades y de su posible empleabilidad; nos llevaría al equívoco de pensar que esa es la razón fundamental por la que nuestros antepasados no hiciesen excesivo caso del estudio, porque seguramente pensarían en términos de empleabilidad.

Lo que me faltaría por saber es si a los estudiantes que no han necesitado de la ayuda estatal, por disponer de suficientes recursos familiares o propios, y que brillan en su hablar, después de haber fracasado en su paso por las distintas facultades y que la naturaleza les ha empujado a oficios tan nobles y generosos como la política y a otros menesteres más lucrativos, que nada tienen que ver con los libros, y que no han seguido ningún itinerario están o estarán bien encaminados para dirigir la cosa pública.

A mí me parece muy bien que exista un nivel de exigencia en el esfuerzo, en la constancia y que se prime y se valore el mérito. Además, creo que no corren los mejores tiempos para que la sociedad distraiga dinero público para algunos alumnos e, incluso profesores universitarios, a lo que a cualquier cosa llaman cuatrimestre; que en cualquier esquina haya una Universidad o que se deba medir con el mismo rasero al esfuerzo y la constancia, que a la apatía y a la desidia, por impopular que resulte hoy esta opinión.

Lo que no me queda claro es si los que hoy presumen de la dignidad del 5 raspado o los que repitan cursos y arrastren asignaturas de años anteriores de manera asidua en su trayectoria académica, deberían abandonar sus estudios académicos, según el Sr. Ministro o, por el contrario, podrían permanecer en la Universidad, siempre y cuando abonen sus tasas correspondientes y sin ayuda estatal alguna, ya que a estos últimos no les pagaríamos por estudiar, sino que se pagarían ellos mismos sus estudios universitarios o sus familias.

Desde luego lo que si voy a hacer a partir de ahora es mudar mi parecer y antes de visitar al médico preguntaré si obtuvo una nota media de 6.5.

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1 comentarios:

Anónimo dijo...

Desde luego hay formas de decir las cosas, las de este ministro no son las más adecuadas, siendo además un analfabeto de categoría, pero si estoy de acuerdo que hay que priorizar el dinero que se da para aquellos que sean los mejores. En EEUU son las propias universidades las que becas a los mejores expedientes. Además se autofinancian, no como aquí que se vive de lo público....
David