viernes, 6 de agosto de 2010 | Por: Pedro López Ávila

Poesía y Pintura de Pedro López Ávila y Andrés Rueda (IV parte)


LA ALHAMBRA (Pedro López Ávila)

Que en árabe significa la Rojadebido al color de sus murallas, es el monumento que identifica la ciudad, es el símbolo de Granada, en cualquier rincón del planeta y admirada por gentes de otros países, entre otras razones, por ser el único conjunto palatino árabe de la Edad Media que queda en el mundo, incluidos los países árabes.

Las primeras construcciones que hubo en la Alhambra fueron de tipo defensivo, y se sitúan entre los siglos IX y XIII. Por esto es explicable que Muhammad I se instalara allí, porque además de su buena situación estratégica, dominaba la ciudad con una amplia vista hacia la vega, y aunque ya existían edificaciones, él las sustituyó por otras mayores y más sólidas, “la Alcazaba”, llevó hasta allí el agua, construyendo para ello la “Acequia Real” y comenzó a trazar los planos de lo que sería “la Casa Real” y establecer allí su residencia, dejando los antiguos palacios del Albaicín. Así nació LA ALHAMBRA.

Decía el Profesor arabista, Emilio García Gómez: “la Alhambra ha perdurado, porque siempre ha seguido viviendo, y ha seguido siempre viviendo, porque siempre ha sido amada”

Cuando se conoce que la construcción está realizada con materiales muy frágiles, barro, yeso y cal (excepto las columnas y los suelos de algunas salas, que son de mármol), parece casi milagroso que la edificación se mantenga en pie y, en algunos casos, prácticamente incólume, tanto en sus torres cuanto en sus palacios.

Y es que la Alhambra ha estado casi siempre habitada, por supuesto, uno de sus primeros moradores fue Carlos V (cuyo palacio aparece justo detrás de la torre de Comares en la pintura de Andrés Rueda), y según Camilo Álvarez de Morales estuvo habitada durante muchos años por quienes aprovecharon la poca vigilancia de las autoridades.

Todo esto, permitió que los albañiles repararan deterioros, los estuquistas rehicieran adornos e inscripciones o que  los carpinteros arreglarán algunos maderos.

Sólo de esta manera consiguieron que la Alhambra siguiera viva hasta nuestros días. De ahí que volvamos sobre las palabras del Profesor García Gómez: “con ellos la Alhambra renovó sus células, como los fisiólogos dicen que cada equis años lo hace el cuerpo humano”.

Ahora, Andrés, en este tiempo detenido en el monumento, te toca para que la mano de tu pincel, guiada por la emoción y el sentimiento, lleven la magia de la Alhambra hacia tu lienzo. Menudo desafío.

Con mis mejores augurios, recibe un fuerte abrazo.
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